En plena Feria del Libro de Madrid no quiero perder la oportunidad de hablarte del poder que tienen los cuentos sobre los pequeños de la casa si sabemos cómo utilizarlos.
Leer con los peques y fomentar su amor por la lectura está bien siempre, pero hoy vamos a hablar de lo útiles que resultan los cuentos si se eligen y leen bien y en el momento oportuno, ya que son una estupenda herramienta para trabajar indirectamente sus “debilidades” y preocupaciones de forma fácil y entretenida para ellos.
Además, los cuentos no solo se leen, se sienten. Un cuento genera emociones y leer con los peques nos da la posibilidad de enseñarles a reconocerlas y gestionarlas.
Hoy en día hay libros infantiles sobre cualquier temática imaginable, amistad, miedos, enfados, libros para dejar el pañal… Hay libros para jugar, como los “Busca y encuentra”, los de adivinanzas o los libros-marioneta . Y los cuentos clásicos se renuevan y siguen ocupando estanterías y los primeros puestos entre los elegidos por los niños.
Aquí van algunos consejos para exprimir al máximo las posibilidades de los cuentos:
- Elige los libros de una temática que les guste. Puede parecer obvio pero ¿Cuántas veces has dicho a tu hijo eso de… “ese es un poco de mayores, mejor éste”, solo porque el libro que había elegido no te gustaba a ti? Puede que no sea el más bonito de la librería pero si el tema es el que le gusta… querrá leerlo.
- Mira más allá de la edad recomendada, lee el cuento antes de comprarlo y valora si es adecuado para tu hijo o si aunque no sea un libro especialmente recomendado para su edad puedes adaptarlo o añadir aclaraciones mientras se lo cuentas que le faciliten entenderlo.
- Cada cuento en el sitio adecuado. El salón me parece el sitio perfecto para aquellos libros con los que podemos “jugar” a encontrar objetos o personajes o que den pie a charlar en familia, mientras que si leéis cuento antes de ir a dormir, mejor uno de temática más relajada y no muy largo o se revolucionarán, acabareis enfadados y se estropeará ese momento mágico de “Un cuento y a dormir”.
- Pon entusiasmo en la lectura, crea voces, ¡un poco de teatro!, esto les encanta. Nada de piloto automático (y menos aún intentar saltarte hojas para terminar antes…)
- Deja que tu hijo decida qué cuento le apetece leer cada día.
Si quieres trabajar algo concreto como los miedos o los celos entre hermanos… en los cuentos tienes un gran aliado si sabes cómo hacerlo:
- Elige un momento en el que esteís tranquilos y no tengáis prisa, lo ideal es poder ir comentando ideas del cuento con el niño, no solo leerlo. También es importante que no haya interrupciones o cosas que puedan distraer la atención del peque con facilidad.
- Esfuérzate por hacer la historia atractiva pero sé sutil. Vas a tratar temas que le remueven, hay que tener tacto.
- No fuerces las cosas. Si percibes incomodidad o rechazo por el cuento y el tema que trata…déjalo para otro día y no insistas, es muy probable que cuando esté preparado para ello te pida que lo leáis juntos.
- Evita compararlo en negativo con los personajes. Nada de “Mira, este personaje también pega a su hermanito y eso no está bien”, Intenta buscar las actuaciones positivas de los personajes y resaltarlas para animarle a hacerlas por ej: “Oh! Después de pegar a su hermanita se sentía fatal pero después de pedirle perdón se han puesto a jugar y a pasárselo bien juntos”).
- Dale tiempo para hablar. No te apresures a leer rápidamente el libro. Comentad con calma las ilustraciones, imaginad por qué los personajes actúan de una manera determinada… son truquillos fáciles que dan tiempo al niño para procesar lo que le cuentas, buscar similitudes con las cosas que le preocupen y lanzarse a contarte algunos de sus miedos.
- Ten paciencia y expectativas realistas. Leer algunos cuentos sobre el miedo, los celos o la timidez no van a hacer que “el problema” desaparezca. Son solo una herramienta más para que el niño reconozca sus emociones al verlas reflejadas en otros personajes y una forma de crear una vía de comunicación contigo.
Y ahora… ¡a elegir un buen cuento y disfrutarlo!